El ultrasonido es una herramienta diagnóstica, no dolorosa. Sin embargo, hay circunstancias en donde el paciente, presenta en sí mismo, un malestar abdominal propio de la patología que manifiesta y la manipulación con el transductor sea incómoda. En estos casos se recomienda previamente, la analgesia de la mascota, que será indicada por el médico tratante.